“Este país [Portugal] me preocupa, este país me duele. Y lo que me aflige es la apatía, la indiferencia, el profundo egoísmo en el que vive esta sociedad. De vez en cuando somos un pueblo de fuegos de paja, ardemos intensamente, pero nos consumimos rápidamente…” - José Saramago 

La fotografía es de hace unos días del incendio en Amora visto desde nuestra finca, pero esta ha sido la situación en todo el país, año tras año.

¿Hasta cuándo?

Gracias a nuestros bomberos y voluntarios, héroes sin capa, que arriesgan sus vidas por nuestra seguridad y bienestar.
Gracias a los Fernandos de este país que no dejan que el miedo los consuma y se aferran a sus tractores para limpiar el matorral e impedir que el fuego avance.

Nos preguntamos de nuevo, ¿hasta cuándo?

¿Hasta cuándo seguiremos permitiendo la plantación y el crecimiento descontrolado del eucalipto, en monocultivo para fines meramente comerciales?
No es nuestro, consume cantidades enormes de agua, tiene impactos negativos en el suelo, la biodiversidad y la calidad de vida de las comunidades locales.

¿Cuántas más personas tienen que morir?

¿Cuántas más personas deben perder sus hogares?

¿Cuánto más de nuestro patrimonio natural, el más valioso, tendremos que sacrificar?

¿Quién está ganando con todo esto?

Una cosa es segura, NADIE.

Se dice que es en el resplandor de los momentos de calamidad y desastre cuando el ser humano se une. Aprovechemos este momento para unirnos de una vez por todas, decir BASTA y ACTUAR. 
 
No seamos un pueblo de fuegos de paja. 
 
“Las catástrofes se llaman naturales, como si la naturaleza infligiera castigos y no fuera la víctima…” - Eduardo Galeano