La Sarcocornia es una planta halófita perenne que se encuentra en marismas y zonas salinas, especialmente a lo largo de las costas atlánticas y mediterráneas.

Se diferencia de su “prima” la Salicornia por su estructura más leñosa y ramificada, lo que le da mayor resistencia y un porte elegante, casi escultórico.

Sus tallos son finos y articulados, de un verde intenso, que puede tornarse rojizo al final de la temporada, creando un contraste visual llamativo.

En sabor, revela la misma firma marina: salada, mineral y fresca, pero con una mayor persistencia en el paladar y una textura más firme, menos jugosa que la de la Salicornia. Al masticar, la Sarcocornia ofrece un crujido vegetal único, casi herbáceo, que equilibra la intensidad del yodo con sutiles notas terrosas.

Su origen rústico, adaptado a entornos de salinidad extrema, le confiere un carácter auténtico, cada vez más valorado en la alta cocina.

Se utiliza como guarnición viva, elemento de frescor o toque final en platos de pescado, marisco o carnes delicadas. Funciona muy bien cruda en ensaladas o ceviches, ligeramente escaldada como acompañamiento, o incluso en conserva para prolongar su vida útil.

Más que un simple vegetal, la Sarcocornia es un ingrediente de terroir marino: condensa paisajes enteros en un solo brote e invita al plato a hablar el idioma de la costa.
Es sofisticación natural, pura y vibrante, al servicio de la creatividad gastronómica.