No todos nuestros productos vienen en frascos — pero este lleva fuego dentro. 🔥
Es una salsa picante elaborada con Carolina Reaper, la guindilla con nombre de villana y alma de protagonista.
No es para todos. Es para quienes creen que la cocina también debe provocar, despertar, emocionar.
No la vendemos solo como producto — la ofrecemos como desafío. Como impulso. Como ese toque que eleva un plato y deja huella.
Este frasco no está hecho para agradar a todos.
Está hecho para despertar el paladar, hacer sudar las manos y dar adrenalina a las papilas.
Es intensidad pura, con sabor auténtico.
Sí, pica. Pero no solo eso: tiene capas, carácter y un lado seductor difícil de olvidar.
Úsala con cuidado — o con valentía.
Basta una gota para transformar un plato. O una comida entera.
Remata un tartar, da vida a una salsa, sube el tono de un plato de verduras o atrévete con un postre inesperado — ya la hemos visto brillar incluso con chocolate negro.
Este frasco no es solo un condimento.
Es una chispa creativa.
Una provocación comestible.
Un homenaje a la cocina sin miedo.
Porque el sabor puede doler un poco — y aun así, merecer muchísimo la pena.